El fibroxantoma atípico es un tumor cutáneo maligno infrecuente. Típicamente se ve en ancianos con daño solar en zonas expuestas.
Es un tumor de incidencia desconocida. La serie más larga de pacientes consta de 171 casos.
Lo que sabíamos del fibroxantoma atípico
Hace 3 años operé mi primer caso. Antes de hacerlo, estudié cómo debía hacer la cirugía. Y lo que me encontré me sorprendió.
Este raro cáncer cutáneo no tiene guías de manejo. Las propuestas de tratamiento son de lo más variado: desde extirpaciones muy agresivas hasta simples electrocoagulaciones.
Por otro lado, la agresividad de este tumor no queda clara. En algunos artículos se habla de que puede dar metástasis, mientras que en otros se afirma que no.
Pasando a la acción con el cáncer
Desde entonces, el fibroxantoma atípico me fascinó. Me leí la mayoría de lo publicado sobre el tema. Así, decidí diseñar un estudio en el hospital en el que por entonces trabajaba.
Junto con otros compañeros del hospital, nos pusimos manos a la obra. Los resultados de este estudio fueron muy interesantes:
- Describimos la primera tasa de incidencia del fibroxantoma atípico: 0,59 casos/100.000 habitantes-año en el área sanitaria de A Coruña. Hasta entonces, no se había dado esta cifra en ningún grupo poblacional. Una referencia es que en nuestro medio la tasa de incidencia de melanoma es 8,76 casos/100.000 habitantes-año.
- La mayoría de los pacientes eran hombres (72,6%) y la localización más frecuente fue el cuero cabelludo (41,7%).
- La mayoría de los pacientes (69,3%) presentaban lesiones precancerosas cuando fueron diagnosticados (queratosis actínicas).
- Concluimos que es un tumor poco agresivo. En nuestra serie de 62 pacientes ninguno sufrió metástasis.

El futuro del fibroxantoma atípico
Tras meses de trabajo, fue muy satisfactorio poder completar este proyecto de investigación sobre el fibroxantoma atípico.
Sin embargo, como suele pasar, seguimos sin aclarar muchas dudas y son necesarios más estudios sobre este tumor. No obstante, consideramos que nuestro esfuerzo ha servido para profundizar en su conocimiento.
El trabajo se ha visto materializado recientemente en una publicación científica. Nada menos que la prestigiosa revista Australasian Journal of Dermatology.
