La dermocosmética se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos. Influencers y otras personalidades de Internet animan a la compra de todo tipo de productos para la piel, sin tener en cuenta que no siempre son una propuesta adecuada.
Hablamos de productos a caballo entre la cosmética tradicional y el medicamento. Estos productos, al menos en España, deben cumplir rigurosos controles de calidad y eficacia, lo que conlleva que sean seguros. Pese a esto, utilizarlos mal puede suponer riesgos innecesarios para la salud de la piel.
¿Por qué tiene tanta fama la dermocosmética?
La realidad es que Internet ha dado visibilidad a todo el mundo. Esto tiene la ventaja de que las personas pueden compartir experiencias, opiniones y valoraciones de productos, lo cual es magnífico. Sin embargo, como contrapartida a veces se sugiere un uso indiscriminado de cualquier producto.
En casos que cualquier dermatólogo especialista en acné ve a menudo, las personas buscan soluciones rápidas y milagrosas para su problema. Ignoran la opción de consultar al profesional de la salud, buscan por la red y compran un montón de productos que le recomiendan, por la sencilla razón de que a otros les han ido bien.
La realidad es que, sin que ello suponga un peligro grave para la persona, aplicar dermocosméticos indiscriminadamente no es la solución. Cada caso es diferente, y por eso hay que tratarlo en su individualidad.
¿A quién debo pedir consejo para comprar dermocosméticos?
Existen dos figuras principales que pueden asesorarnos a la hora de elegir qué dermocosméticos son adecuados para nosotros. Por una parte, el farmacéutico puede aportarnos ideas para casos menores, en los que no exista una patología o se trate de un problema eventual. Sin embargo, si padecemos un problema de salud es el dermatólogo quien debe diagnosticar y tratar. Como especialista en problemas de piel, será la persona más indicada para ayudarnos.
No, no se trata de huir de este tipo de productos pues son seguros y no representan una amenaza. Sin embargo, su uso con criterio puede ahorrarnos tiempo, dinero y decepciones. Si tenemos un problema de piel, consultar a un buen dermatólogo es la mejor forma de abordarlo.