Hoy en día existe una enorme polémica en torno a si son seguros los cosméticos.
Cualquier dermatólogo en Coruña se ha encontrado con casos similares, en los que un paciente acude a consulta y muestra preocupación por la seguridad de los cosméticos.
Más allá de las polémicas, la realidad es que la respuesta del sentido común es la que debería imponerse. ¿Qué implica esto?
Cosméticos con origen seguro
Está claro que los cosméticos son muy seguros. El maquillaje comprado en Europa, por ejemplo, pasa extensas pruebas para verificar que no daña a las personas.
Tanto es así, que detrás de cada producto hay una enorme trazabilidad hacia responsables concretos que firman y respaldan su seguridad. Esto implica que, si se produjese un accidente, la empresa cargaría con todo el peso de la ley.
Podríamos hacer extensivo esto a otros fabricantes que exportan hacia Europa con garantías, como es el caso de prácticamente toda la comunidad del primer mundo. Países como Estados Unidos o Japón cuentan con marcas de renombre, cuya seguridad nunca ha estado en entredicho.
Los cosméticos son seguros… salvo si nos metemos en líos
Como es lógico, la existencia de tiendas online que ponen al alcance de cualquiera cosméticos sin garantías supone un problema. Vemos productos que cruzan la frontera esquivando el filtro de las aduanas, y ahí empiezan los riesgos.
Dadas las circunstancias de un mundo globalizado, conviene hacer una llamada a la calma. Si comprobamos en comercios certificados y con garantías legales, estaremos amparados por las normativas como consumidores.
Con todo, si nos salimos de ese contexto y compramos cosméticos de origen no certificado, podemos tener problemas. Por ello, el sentido común es fundamental antes de echarse algo en la piel que hemos comprado evitando las aduanas y controles. Los certificados están ahí para protegernos.
Los cosméticos son seguros, en su inmensa y aplastante mayoría, dentro del ámbito legal. No obstante, si adquirimos productos de dudoso origen, asumimos riesgos innecesarios, que pueden acabar en una visita a un dermatólogo.