Acudir al dermatólogo por aftas orales frecuentes no resulta infrecuente.
Se trata de úlceras de tamaño variable, usualmente pequeñas, cuya forma es redonda u ovalada. Los pacientes se quejan de dolores al hablar, masticar o a lo largo del día. ¿Son un motivo de consulta al dermatólogo?
Cuándo acudir al dermatólogo por problemas con aftas orales
Es importante destacar que las aftas orales reciben nombres diferentes en el imaginario colectivo. Así, hay personas que se refieren a ellas como llagas, aftas o incluso heridas en el interior de la boca. La realidad es que pueden llegar a ser muy problemáticas, sobre todo si son recurrentes. Y eso es lo que lleva al paciente a la consulta de su dermatólogo.
Lo primero que hay que valorar es si se trata de aftas menores, mayores o herpetiformes (5 a 100 mm., más de 10 mm. o menos de 5 mm. respectivamente). El especialista también valorará si son simples o complejas, lo que implica su localización, recurrencia y zonas a las que podrían afectar.
En general, las personas que acuden al dermatólogo por aftas orales lo hacen porque son crónicas. Es decir, duran más de seis semanas, y no parece fácil su solución. Las aftas agudas, por contra, aparecen durante períodos de no más de mes y medio, aunque esto es algo que siempre ha de valorarse en consulta.
Si generan dolor, molestias y aparecen con frecuencia, es evidente que es el especialista en dermatología quien habrá de decidir qué hacer al respecto. Existen tratamientos para ellas, y conviene investigar sus causas de fondo si presentan un origen que no sea traumático (por ejemplo, tras hacernos una herida).
¿Qué enfermedades pueden estar detrás de las aftas?
Lo cierto es que su origen es en parte desconocido. Pese a ello, si no tienen origen traumático como se ha indicado, podrían ser el resultado de alteraciones a nivel hormonal. También el consumo de medicamentos, sensibilidades alimentarias, tabaco, estrés, enfermedades autoinmunes, etc. podrían ser su causa.
En realidad, Internet nunca es una fuente fiable de diagnóstico. Por eso, si las aftas orales suponen un problema frecuente en tu vida o te preocupan, lo más razonable será siempre acudir a la consulta de tu dermatólogo de referencia.